Mary Zerbino recuerda la lucha de mas de 20 años desde la desaparición de Andrea López el 10 de febrero de 2004. 

Durante este tiempo, la sociedad pampeana ha sostenido la memoria de Andrea, quien se ha convertido en un símbolo de resistencia y reclamo de justicia. Andrea representó un llamado a reflexionar sobre la violencia machista y la explotación sexual, enfrentando a la comunidad con un sistema de trata de personas encubierto en la prostitución. Se destaca el aprendizaje de no rendirse, inspirado por Julia, y el compromiso de luchar colectivamente por justicia y la aparición del cuerpo de Andrea. La frase “todas somos Andrea” subraya la empatía y solidaridad con su historia y la de tantas otras mujeres que sufren opresión, violencia y explotación. La lucha por Andrea es un reflejo del deseo de transformar la realidad y proteger a las mujeres y niñas futuras de estos abusos.

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